Análisis libro - La mirada creativa
La mirada creativa, es una obra escrita por Peter Jenny, profesor y catedrático de diseño visual en la ETH de Zúrich, autor de otros títulos como Dibujo anatómico o Técnicas de dibujo.
Publicado por la editorial Gustavo Gili en el año 2013.
La obra recopila una serie de veintidós ejercicios para aprender a educar la vista al mundo creativo y ejercitar la imaginación. Desde la observación de simples manchas que se forman en la madera o de las mismas nubes, hasta el uso de técnicas como el dripping, el collage o el frotage.
En el prólogo se encuentra una breve reseña sobre que es el arte, como evoluciona la percepción del mismo a través de los años y la manera en la que influye en el entorno en la forma de entenderlo.
El libro está organizado en tres partes:
En la primera, el prólogo, el autor define brevemente el concepto de arte en sí mismo y enumera una serie de ejemplos y situaciones en las que el arte adquiere cierto peso; la segunda, está formada por los ejercicios que Jenny plantea; así mismos estos están divididos en tres partes, la exposición de una situación relacionada con el tema del ejercicio, el planteamiento de dicho ejercicio, con una explicación más detallada; y, por último, una serie de imágenes ilustrado la tarea.
Finalmente, la tercera parte es un resumen y análisis de lo desarrolla en el volumen.
Uno de los puntos que más me marcó de este libro fue el que resalta la importancia de observar los patrones o siluetas formados por diferentes texturas. Algunos como la madera, rocas o marcas en el asfalto pueden, con un poco de imaginación, insinuar formas que un artista debería ser capaz de interpretar.
Una de las fotografías que muestra Jenny contiene la imagen de una grieta en una pared y un breve relieve, rotulando el contorno que de la grieta aparece la imagen de dos personas besándose.
Un apartado que me resultó interesante y en el que encuentro interés a nivel práctico es en el que se utilizan recortes para fabricar diferentes siluetas. Está técnica, realizada de la manera adecuada, puede ser utilizada para crear composiciones realmente complejas a modo de collage o por superposición de planos.
No he encontrado en este libro ningún punto especialmente relevante en el nivel en el que me encuentro, los ejercicios a realizar y lo que trata de mostrarse es relativamente sencillo para aquellos que ya cuenten con una buena base en lo que a las artes plásticas se refiere. No obstante me parece interesante para refrescar pensamientos que, como el autor señala, son tradicionalmente entendidos como infantiles, pero que son la base de la creación artística.
Sí, recomendaría este libro a aquellos que en especial, como he dicho, carecen de base o necesitan recordar los básicos a la hora de crear, como es la imaginación.
Otros autores que abordan este tema son: Edward de Bono, autor de Creatividad; Tom Kelley, Diez caras de la innovación; Daniel Goleman, El espíritu creativo o Julia Cameron con El camino del artista.
El origen de este tema o, lo que resulta más interesante, las inquietudes respecto a éste, surgen cada vez que se plantea la realización de una obra. Nos surgen dudas, nos falta imaginación y siempre está bien recordar que la inspiración está en los detalles a los que no solemos prestarles atención.
Realmente me ha parecido un libro muy interesante, muchas veces olvidamos prestar atención a cosas tan pequeñas como las que nos muestra Jenny. En un principio no me pareció excesivamente interesante pero comencé a encontrarme a mí misma fijándome en las manchas del suelo, en las gotas de café que quedaban en el mantel o en las gotas que dibujaban surcos en los cristales, es por esto que me parece un libro con más relevancia de la que vemos a primera vista
Publicado por la editorial Gustavo Gili en el año 2013.
La obra recopila una serie de veintidós ejercicios para aprender a educar la vista al mundo creativo y ejercitar la imaginación. Desde la observación de simples manchas que se forman en la madera o de las mismas nubes, hasta el uso de técnicas como el dripping, el collage o el frotage.
En el prólogo se encuentra una breve reseña sobre que es el arte, como evoluciona la percepción del mismo a través de los años y la manera en la que influye en el entorno en la forma de entenderlo.
El libro está organizado en tres partes:
En la primera, el prólogo, el autor define brevemente el concepto de arte en sí mismo y enumera una serie de ejemplos y situaciones en las que el arte adquiere cierto peso; la segunda, está formada por los ejercicios que Jenny plantea; así mismos estos están divididos en tres partes, la exposición de una situación relacionada con el tema del ejercicio, el planteamiento de dicho ejercicio, con una explicación más detallada; y, por último, una serie de imágenes ilustrado la tarea.
Finalmente, la tercera parte es un resumen y análisis de lo desarrolla en el volumen.
Uno de los puntos que más me marcó de este libro fue el que resalta la importancia de observar los patrones o siluetas formados por diferentes texturas. Algunos como la madera, rocas o marcas en el asfalto pueden, con un poco de imaginación, insinuar formas que un artista debería ser capaz de interpretar.
Una de las fotografías que muestra Jenny contiene la imagen de una grieta en una pared y un breve relieve, rotulando el contorno que de la grieta aparece la imagen de dos personas besándose.
Un apartado que me resultó interesante y en el que encuentro interés a nivel práctico es en el que se utilizan recortes para fabricar diferentes siluetas. Está técnica, realizada de la manera adecuada, puede ser utilizada para crear composiciones realmente complejas a modo de collage o por superposición de planos.
No he encontrado en este libro ningún punto especialmente relevante en el nivel en el que me encuentro, los ejercicios a realizar y lo que trata de mostrarse es relativamente sencillo para aquellos que ya cuenten con una buena base en lo que a las artes plásticas se refiere. No obstante me parece interesante para refrescar pensamientos que, como el autor señala, son tradicionalmente entendidos como infantiles, pero que son la base de la creación artística.
Sí, recomendaría este libro a aquellos que en especial, como he dicho, carecen de base o necesitan recordar los básicos a la hora de crear, como es la imaginación.
Otros autores que abordan este tema son: Edward de Bono, autor de Creatividad; Tom Kelley, Diez caras de la innovación; Daniel Goleman, El espíritu creativo o Julia Cameron con El camino del artista.
El origen de este tema o, lo que resulta más interesante, las inquietudes respecto a éste, surgen cada vez que se plantea la realización de una obra. Nos surgen dudas, nos falta imaginación y siempre está bien recordar que la inspiración está en los detalles a los que no solemos prestarles atención.
Realmente me ha parecido un libro muy interesante, muchas veces olvidamos prestar atención a cosas tan pequeñas como las que nos muestra Jenny. En un principio no me pareció excesivamente interesante pero comencé a encontrarme a mí misma fijándome en las manchas del suelo, en las gotas de café que quedaban en el mantel o en las gotas que dibujaban surcos en los cristales, es por esto que me parece un libro con más relevancia de la que vemos a primera vista
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